
El Torneo fue dividido en etapa
departamental, regional y hexagonal final, esta última etapa se jugaría en el
Estadio Nacional finalizando un 08 de mayo, fecha en que el Dominó logró
empatar a 1 en un dramático encuentro con el Colegio Nacional de Iquitos.
El
conjunto Oriental llevaba la mínima ventaja durante 88 minutos de juego, cuando
a poco del final apareció Luis Ponce Arroé para decretar el empate con un
soberbio golazo, un gol que valió el ansiado título.
Después del partido, el camerín
se convirtió en un loquerío, los Rojinegros llegaron sin sus camisetas, sin
medias y hasta sin chimpunes; celebrando fervientemente, retumbando el Estadio
Nacional en un ambiente cargado de indescriptible algarabía.
Hoy no es un día cualquiera, hoy se recuerda a los campeones
del 71, a esos héroes que lograron el ansiado ascenso y que desde entonces nos
permitió mantenernos en primera divisíón hasta el día de hoy.

Luis Ponce Arroé es el héroe de aquel día inolvidable de
1971, cuando después de un severo amague y una magnífica ejecución, ubicó la
pelota en el ángulo superior derecho del arquero, dejándolo parado y decretando
el empate 1 - 1 frente a CNI al minuto 88 y con él, la obtención de la “Copa
Perú” en su quinta edición, que significaba el ascenso del Dominó a la Primera
División del fútbol peruano.
Fue considerado el mejor jugador
de aquella copa y el máximo goleador con 7 tantos, ganándose así una
convocatoria a la selección nacional.
El gran capitán, el caudillo,
Armando Palacios Escalante supo amalgamar
esfuerzos y dirigir el ritmo de la euforia futbolística por el camino de la
victoria final, cumpliendo con grandes actuaciones consiguió tocar la
consagración definitiva campeonando en 1971.

Se convirtió en furor, en fiebre
del fútbol, en gol, en el hombre que levantaba de sus asientos a la hinchada,
ese era Eduardo 'Patato' Márquez; su hinchaje por la Rojinegra se ve reflejado
en una de sus frases más célebres: “Cuando me pongo esta gloriosa Rojinegra, me
siento más orgulloso que el mismo Misti”.
Llegó al Dominó a inicios de los
60's, siendo figura hasta 1969, año en que sufre una lesión que lo aleja
momentáneamente de las canchas; ya totalmente recuperado, vuelve para
consagrarse, formando parte del equipo campeón que disputaba la quinta edición
de la Copa Perú, en la que finalmente lograba el ansiado ascenso.

"El partido de agonía, el de las lágrimas, el que ha sido un verdadero
drama, lo hemos tenido con el C.N.I. de Iquitos, que nos iba ganando por uno a
cero, cuando se produjo aquel portentoso gol de Luis Ponce Arroé ya para
finalizar el cotejo.
Fue algo realmente excepcional, inexplicable. Sin duda que
fue una jugada de maestro e inspiración.
Todo el público que estuvo en el
estadio quedó mudo. Fue realmente un gol para la historia". Relata
emocionado el gran Emilio.
El equipo que logró el ansiado
ascenso a la primera división del fútbol peruano.
De izquierda a derecha:DE PIE:
Jesús Neyra, Hernán Paredes, Eusebio Leyva, Alfredo Salinas, Rolando Farfán y
Armando Palacios. HINCADOS: José Risco, Raúl Rossell, Emilio Barra, César
Ticona y Luis Ponce Arroé.

Lo que primó en aquella campaña
fue la unión del equipo, que tras disputar cuatro ediciones de Copa Perú fue en
la 5ta participación en donde el Dominó logró el objetivo.
Un premio al
esfuerzo y dedicación de toda una familia que supo defender con hidalguía la
piel Rojinegra, representando con orgullo a toda una ciudad.