Dos días después de que un
devastador terremoto castigó nuestro suelo, la selección peruana debutó con un
triunfo en el Mundial de México 1970
Hace medio siglo, el país vivió
acaso el día más extraño de su historia. Porque se mezclaron el dolor extremo
con la alegría desbordante. Apenas dos días antes, un devastador terremoto
acabó con la vida de más 50 mil compatriotas. Y aquel 2 de junio, Cubillas,
Chumpitaz, Chale y compañía lograron el primer triunfo mundialista de Perú.
Porque, increíblemente, los lugares céntricos de la capital -como la Plaza San
Martín- se llenaron de hinchas que, bandera en mano, festejaron el 3-2 ante
Bulgaria.
Tanto que el gobierno de turno y los medios de comunicación tuvieron
que pedir cordura a la hinchada. La euforia que produce el fútbol suele ser
irracional, inexplicable. Por algo es la única religión que no tiene ateos,
como bien explicó el maestro Eduardo Galeano.
El hecho de haber eliminado a
Argentina llenó de optimismo a muchos hinchas que cantaban con devoción el
“Perú campeón”. Y de paso, el presidente Juan Velasco Alvarado pretendía anexar
los triunfos del fútbol a las reformas de corte nacionalista que su gobierno
pregonaba.
El orgullo patrio estaba en juego. La expectativa era total. La
selección dirigida por el brasileño Waldir Pereira, sin embargo, había dejado
serias dudas en su preparación. Disputó 13 amistosos internacionales y solo
logró cuatro triunfos. Y en el verano de aquel 1970 enfrentó dos veces a
Bulgaria: perdió 3-1 y en la revancha ganó 5-3, con sobresaliente actuación del
‘Cholo’ Sotil.
Pero Bulgaria era el favorito. Si bien no logró triunfos en los
mundiales de 1962 y 1966, tenía el antecedente de haber ganado la medalla de
plata de los Juegos Olímpicos México 1968. Su principal fortaleza era el bloque
defensivo, considerado uno de los más fuertes de Europa.
La tarde del 31 de
mayo, la delegación peruana estaba concentrada en León, observando el aburrido
partido inaugural del Mundial entre el anfitrión México y URSS, cuando recibió
la noticia: un terremoto azotó al Perú y los muertos se contaban por cientos.
Se confirmó que ningún familiar de los integrantes del plantel aparecía entre
las víctimas, pero el efecto de la noticia afectó al grupo.
En un intento por levantar la
moral del grupo, el doctor Javier Aramburú, entonces presidente del Comité
Nacional de Deportes, tomó tierra de cualquier maceta cercana y arengó a los
jugadores: “Muchachos, he traído tierra peruana, esa que se movió abruptamente
y quiero que me juren, con una mano sobre ella, que ganaremos para alegrar al
país”.
Todos hicieron la promesa solemne. Perú ingresó al estadio ‘Camp Nou’ de
León con camiseta roja -Bulgaria lució su uniforme principal, por sorteo- y un
listón negro como señal de luto. Y también con muchas dudas. Dos jugadas con
balón detenido inclinaron la balanza para los europeos, que fueron muy
superiores en la etapa inicial.
Primero, con una triangulación perfecta que
concretó Dermendzhiev. Y luego Bonev, la gran figura búlgara le apuntó a las
manos temblorosas de Rubiños y selló el 2-0. Todo parecía resuelto a los 5
minutos del segundo tiempo.
Alberto Gallardo se rebeló.
Corrió para levantarle la moral a su nervioso portero y apenas al minuto
descontó con un brutal ‘fierrazo’ de derecha que antes pegó en el horizontal.
El ‘Jet’ fue el que más disparó al arco, aunque, casi siempre mando la pelota a
las tribunas. Ahí nomás, ingresó el ‘Cholo’ Sotil por el intrascendente Baylón
e impuso su endemoniada habilidad.
A los 10’ del Héctor Chumpitaz acomodó el
balón y se puso en práctica una jugada preparada por Didí. Gallardo, Cubillas y
Sotil se ubicaron a un costado de la barrera y por ahí debía pasar el balón. El
‘Gran Capitán’ no le pegó fuerte, pues se resbaló antes. Igual la mandó a la
red: 2-2.
Perú ganó protagonismo en un partido lento. Teófilo Cubillas comandó
los principales avances, siempre en sociedad con Ramón Mifflin y Roberto Chale.
El ‘Cabezón’ acertó casi todos sus pases y fue unos de los mejores de la
cancha. En el fondo, Chumpitaz resolvía todo, por arriba y por abajo: Medía
menos de 1.70 metros, pero en la cancha adquiría dimensiones de gigante.
A falta de 17 minutos para el
final, Perú dio una clase magistral de que la mejor forma de derrumbar un muro
defensivo es elaborando finas ‘paredes’. Mifflin y Cubillas ‘conversaron’ a ras
de campo con toques en primera, ante la mirada de los incrédulos búlgaros. Y
llegó. Instante eterno.
Estético y letal. A la carrera, el ‘Nene’ le dio cuatro
caricias al balón y lo acomodó antes de pisar el área. Allí apretó el gatillo: el
inútil vuelo de Simeonov hizo aún más espectacular el golazo. La sonrisa de
Cubillas iluminó el Mundial. Y en el festejo, ‘Perico’ detuvo su marcha.
Al
‘10’ le cayeron encima De la Torre, Chumpitaz, Sotil, Nicolás Fuentes, el
‘Muerto’ Gonzales… y también de un país de luto que secaba sus lágrimas. El
elegante ‘10’ peruano solo tenía 21 años. Aquel sería el primero de sus 10
goles mundialistas.
Perú arrancó su participación en México 1970 con un
triunfo, fundamental para clasificar a la siguiente fase en el grupo 4 que
también integraban Alemania y Marruecos.
La prensa internacional elogió la
actuación del cuadro nacional. La revista ‘La Copa’ de 1982, editada en
Argentina e impresa en España, resume bien la idea. “En León se produciría el
primer acontecimiento que demostraría la preponderancia de los ‘artistas’ sobre
los ‘sistemistas’.
A pesar de su triunfo sobre la Argentina, nadie creía en
Perú. En el segundo tiempo, los sudamericanos brindaron una gran exhibición de
fútbol ofensivo, ante la cual los famosos búlgaros parecían verdaderos
aprendices”. Pese al doloroso momento, la prensa peruana le dedicó amplia
cobertura a la primera victoria bicolor en un Mundial.
“Triunfo peruano levantó
la moral en toda Lima. El mejor paliativo para el dolor”, tituló El Comercio.
Juan Velasco Alvarado, presidente de la República, envió un cable de
felicitación a la delegación: “La victoria ha traído momentos gratos para un
pueblo gallardo que no se deja abatir por la tragedia y mira con fe el porvenir
de la patria”. Han pasado 50 años, pero los recuerdos siguen siendo
emocionantes. Pasarán 100 años, y será igual. Aquel 3-2 ante Bulgaria fue el
primer triunfo de la bicolor en los mundiales.
La bicolor quedó en el séptimo lugar de México 1970
02-06-1970
|
Perú
|
3 - 2
|
Bulgaria
|
Grupo 4
|
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06-06-1970
|
Perú
|
3 - 0
|
Marruecos
|
Grupo 4
|
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10-06-1970
|
Perú
|
1 - 3
|
Alemania
|
Grupo 4
|
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14-06-1970
|
Perú
|
2 - 4
|
Brasil
|
Cuartos
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