Consejos imperdibles para disfrutar de la pasión por el
deporte sin salir de casa. Desde películas online hasta la nostalgia futbolera.
La cuarentena recluye a los aficionados y, a la vez, los
priva de su alimento favorito: el fútbol por televisión. Para el hincha, el
aislamiento forzoso produce un síndrome de abstinencia muy difícil de paliar.
El deporte en vivo no tiene sustituto evidente, pero hay algunas prácticas
recreativas que pueden ayudar. Aquí algunas:
1. Aproveche Netflix.
Dentro de las películas recomendables para los adictos al balompié,
se encuentran “Verano del 92”, filme que aborda la historia de la selección
danesa que ganó la Eurocopa; “Anelka, el incomprendido”, sobre el díscolo
delantero galo; “El día perfecto”, documental que recoge cómo Francia vivió la
final del 98; y “Del Sunderland hasta la muerte”, docuserie que explora los
altos y bajos del sufrido club de la Premier League, siempre al borde del
descenso. Si no cuenta con Netflix, puede encontrar en You Tube una joya en
estreno: la película oficial del Mundial ruso. Búsquela en el canal de la FIFA.
2. Invente juegos
A Gianfranco Hereña (@GianfrancoHR) se le ocurrió la
siguiente pregunta: “Tiro libre en el último minuto del repechaje para ir al
Mundial. Vas 0-0. ¿A quién se lo das?”. Las respuestas posibles eran Cueto,
Solano y Guerrero. Otras variantes para explorar: elija al mejor ‘10’ que vio
en su vida; quién es el mejor jugador que alguna vez se puso la camiseta de su
club favorito; arme el mejor 11 posible con jugadores en activo de la
Libertadores; etc. La idea, siempre, es tratar de argumentar la respuesta y
salir del simple gusto.
3. Enséñeles a sus hijos de dónde viene la alegría
Por ejemplo, busque en Internet el baile de Malásquez a
Bossio, la doble cuchara de Uribe a los franceses en el Parque de los Príncipes
o los goles de Barbadillo en el Avellino. La generación que toma como normal
hacer podios en la Copa América y clasificar a un Mundial no necesariamente
sabe cuáles son los ladrillos que crearon la tradición que sostiene el edificio
futbolístico nacional.
Escuchar a Daniel Peredo cantar el gol de Fano-Vargas es un
deleite que eriza la piel cuantas veces se repita. Es necesario volver cada
tanto al lirismo alucinado de Víctor Hugo Morales cuando acompañó el gol del
siglo, pero también se pueden encontrar otras formas de explotar. Escuche, por
ejemplo, la excitación del neerlandés Jack van Gelder cuando grita en múltiples
tonos y decibeles “Dennis Bergkamp” en un audio que pone en cuestión la
supuesta frialdad nórdica. Partidos dignos de repasarse: el mítico final del
Leicester vs Watford y el clasificatorio a la Euro de Islandia contra Austria.
Nunca está de más volver al ‘Bambino’ Pons: el fútbol y el rock son dos viejos
amigos.
La sala y el baño de su casa son los lugares indicados para
ensayar las conquistas que mañana se gritarán en el grass artificial y el
cemento. Si el miedo al coronavirus ha doblegado a su pudor, pruebe a colgar
los ridículos voluntarios en Tik Tok: la fonomímica nunca pasará de moda. A lo
mejor la desvergüenza se vuelve viral y pronto verá a su ídolo replicar aquello
que nació para vencer al aburrimiento.
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